Tener
el privilegio de seguir mi pasión me permite ir más allá de simplemente
realizar un trabajo. Me permite disfrutar, observar y especialmente aprender de
los demás. Este es un regalo que recibo cada vez que estoy trabajando con un
grupo de personas.
Muchos
de los temas que trabajo de una u otra manera terminan tocando el tema de las
emociones. Hablar de este tema genera una mezcla de emociones, es como si el
solo hecho de traer el tema pudiera dejar al descubierto lo que sentimos más
allá de lo que nos gustaría que los demás perciban.
En una
de esas muchas conversaciones sale a relucir que en el ámbito laboral las
emociones que se reproducen con mayor facilidad son el miedo, la rabia y la
tristeza. Cuando la información nos toca por primera vez la reacción natural es
a protegernos y alegar que como es posible. Eso quizás ocurra en otros lugares
o a otras personas.
Yo
también pensé lo mismo la primera vez que esta información me fue revelada....
Yo! imposible, en mi rol de supervisora yo siempre estoy tratando que los demás
estén alegres y contentas. Nada que ver, ese tema no es conmigo. Una vez que
abandone el temor que me genero el comentario empecé a ver otras cosas que no
son tan evidentes, pero que si me dan información contundente sobre este tema y
sobre mi misma.
Primero
que nada, no soy responsable de las emociones de los demás. Mi principal
responsabilidad es con el manejo de mis propias emociones. El tema es que
muchas veces yo misma no se lo que siento y cuando interactúo con los demás no
estoy plenamente consciente de lo que estoy transmitiendo.
Otro
punto a observar es que el miedo ha sido considerando por mucho tiempo como un
medio para el control de los demás. Las sutilezas de las prácticas del miedo
son prácticamente imperceptibles a primera vista.
Sentir
miedo en el ámbito laboral es tan común que llegamos a pensar que eso es lo
normal, que sentirnos de otra manera es una ilusión. De hecho algunas personas
llegan a pensar que es imposible ser exitosos en un mundo competitivo si nos
liberamos del miedo y sus manifestaciones.
Intentar
abordar una emoción como el "miedo" en algunas líneas es imposible.
Si me parece valido invitar a que reflexiones sobre esta emoción en nosotros
mismos, como se manifiesta y como contribuimos a que se expanda en los ambientes
en los cuales interactuamos. A fin de cuentas es comprender que no se trata de
luchar para erradicar la emoción, más bien se trata de elevar nuestro nivel de
conciencia para que no sea esta nuestra manera de sentir, para que entendamos
que sentir el miedo no es el problema. El tema es que hacemos con lo que
sentimos, hacia donde canalizamos esa energía.
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